La actitud de preferencia

Hace muchos años, en uno de aquellos momentos vitales de crisis personal que todos experimentamos a lo largo de la vida, un viejo sabio me dijo acepta lo irremediable, lucha por lo posible y desarrolla la sabiduría para saber cuando toca una cosa o la otra”. Lo vi claro, y mi vida cambió para mejor radicalmente.

Esta frase, que se puede resumir en “aceptar lo irremediable y mejorar lo posible” define lo que Ellis denomina la actitud de preferencia, que es la alternativa racional y saludable a la actitud de exigencia que nos causa ira y frustración.

Si mantenemos una actitud de aceptación y preferencia, enfocaremos nuestro día a día en conseguir nuestros objetivos, siendo conscientes que cuando no lo conseguimos porque todo no depende de nosotros, habremos hecho todo lo que está en nuestra mano. Decía un camarero amigo mío “a veces las cosillas van bien, a veces las cosillas van mal”. Toda una expresión de sabiduría popular que refleja precisamente ese enfoque en los objetivos de cada uno, y esa aceptación cuando “las cosillas no salen bien”.

Te propongo un ejercicio: escribe en un papel tus principales deseos e intereses, y diferencia lo que está bajo tu control y aquello que no depende de ti.

Como ves, no se trata de conformarse ni resignarse, sino de ser conscientes que hay cosas en la vida que dependen de uno, y en esas hay que enfocarse, y hay cosas que no dependen de uno, y ante ellas no podemos ser exigentes.

Por ejemplo. Busco empleo, y en mi mano está mejorar mi comunicación verbal y no verbal, en mi mano está prepararme un buen currículum, y una buena carta de presentación. En mi mano está formarme en el sector en el que quiero trabajar. En mi mano está enviar mi curriculum a un montón de empresas cuyos correos electrónicos he conseguido en internet. En mi mano está solicitar una entrevista y explicar a los empresarios mis fortalezas y en qué puedo ayudar. Evidentemente, en mi mano no está que me contraten. No depende de mi, pero centrándome en aquéllo que sí depende de mi tendré muchas más posibilidades que me contraten.

Recientemente conocí una persona con dos hijas que según ella busca fervientemente trabajo. Manifiesta reiteradamente que quiere trabajar…sin embargo, le pedí el currículum para revisarlo y orientarla,,,y siempre hay alguna excusa para no hacerlo. Ciertamente, querer algo es diferente a trabajar para conseguir algo, y si es un empleo, no basta con desearlo, sino que hay que hacer cosas.

Otra persona conocida mía desea fervientemente ponerse en forma y adelgazar para encontrarse mejor y estar más presentable para conquistar a una chica. Sin embargo, no hace lo que está en su mano: dieta, ejercicio, y en definitiva cuidarse, y sin embargo, se frustra y se deprime porque no ve factible el cambio.

Desarrollar una actitud de preferencia y disciplinarse en las tareas que dependen de uno son la base de la autoaceptación, de la proactividad, de la consecución de los objetivos que nos fijamos en la vida, y nos ayuda a desarrollar todo nuestro potencial y a aceptar el fracaso considerándolo como un aprendizaje para seguir mejorando.

Baltasar Santos


Descubre más desde Balta Santos

Suscríbete y recibe las últimas entradas en tu correo electrónico.

Deja un comentario

Blog de WordPress.com.

Subir ↑